LIBRO: Rafael Herneldo Zarria…Tengo Historias


Esta vez mami dio un paso al frente y permaneció de pie a un lado de la hendija que había en la pared como si quisiera ver por donde pasa el viento, luego giro alrededor del cuarto en medio del frío, sin saber qué hacer, pues la casa no tenía calefacción ni chimenea y solamente se observaba una subdivisión del área convertida en cocina, al quedarse en casa por mucho tiempo uno ya no cuenta el número de giros que da.  En lo largo de mi vida nunca iba a poder olvidar aquel escenario, sobre todo por esos momentos donde me reunía con la familia para estar en silencio, a lo corto, eso ya eran premoniciones de la soledad que algún día me alcanzaría, pero ya que así estaban las cosas era fundamental llegar a los lugares preferidos para sobrellevar la vida, mi sitio más cálido era la cocina donde llegaba para alcanzar las tortillas de maíz y una que otra rodaja de queso.
Tirarme al suelo boca arriba para mirar el cielo y sentir esa sensación de pensar que todo da vueltas me hacía sentir libre y suspirar. Mamá, ya, sentada en una silla vieja que estaba en la esquina de la salita, me llamo para peinarme, tras haber pasado algunos minutos después de las caricias al cabello ¡irrumpiendo en el silencio! Me dijo: -Tú, te llamas Rafael Oswaldo Vargas, luego bajo la mirada hacia la ventana a pocos centímetros del marco superior, pues por ese hueco entraba mayor luz desde el Oeste, era como que estaba desvaneciéndose o quizá pensando en voz alta. Finalmente dijo: ¡olvídalo!, no quise decir nada. Uvaldina, no deseaba revelar el apellido paterno de su hijo sin embargo el suspiro la delato esta vez hablando en voz alta, ahí te ves bien acentuó refiriéndose a mi cabello peinado.


Autor Leighton Natanael Zarria A.
2020, uniama

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