DESTILA CAFÉ
El café de
casa
RELATO
El aroma que provoca el café, es inigualable y
el lugar donde se está tostando no puede pasar desapercibido.
El proceso para tener una taza de café en la
mesa, no es muy sencillo, aunque en realidad tampoco es complicado. Comprende realizar
las siguientes actividades: cosecha del café desde el campo, fermento y secado
del café.
El café, seleccionado es tostado en una paila
a fuego lento en un punto óptimo que sabe solamente el experto.
Por lo general, la tostadura demora entre 15 o
más minutos dependiendo de la cantidad, en el grano a medida que va tostándose se
esparce azúcar con el fin de retener el aroma. Luego una vez que esta frio se
procede con el molido.
Con el grado perfecto de aroma, ya en polvo se
procede a envasar en recipientes, que le permitan conservar y que no se evapore
el aroma. El cuidado y el secreto de un buen café, está realmente en todo el
proceso.
Otra de las etapas que cumple el café antes de
llegar a la mesa, es el destilado. El café de chuspa, tiene una particularidad
interesante. Una vez colocado el café molido en la chuspa se deposita agua
hirviente de acuerdo a la cantidad de litros que necesite. Este proceso de
destilación se realiza una y otra vez hasta completar tres veces de ahí recién
el café que resulta de este trabajo, puede ser servido a la mesa.
Estará caliente, rico y aromáticamente
perfecto. El azúcar le agregará cada uno de acuerdo a su gusto.
Este es “el café de Linares”.
Una de las variantes es agregar habas al café
y este es más saludable, dice la señora Orfelina Alvarado, que viene preparando
café con habas por más de 70 años. Y yo estoy muy convencido de ello.