Árbol bueno



Como ramas del árbol bueno entre el mata palo, mis pies correteaban por el suelo buscando cucarachas, cuicas y grillos con patas de sierra, larvas de grasa metidas en la funda listos para la pesca. cuando inertes las piedras soportaban todo el peso de mi olvido, mientras yo corría y susurraba entre cantos que me hacían ronco con la brisa y el grito de mi boca; solamente me escucha el viento de la tarde, cerca de la noche lejos de mi casa.
Al mirar mis botas llenas de espinas blancas y negras yo caminaba sobre ellas llorando. 
Tome el arma peligro para las aves y carrera para guatuzos. con las piernas que se cansan se encogen se estiran, y pisan piedras rojas o negras, agachándome las agarro y las tiro a las otras piedras estallando sonidos que asustan mariposas.
En la imaginación frente al río; diserte un poema, era mas bien una canción de cuna, hasta que me encontré perdido.
Hasta que llegue a la roca, sentado frente al agua en remolino, vi que los ojos no se cansan de mirar y me quede dormido a su lado frío.

Autor: Leighton Natanael Zarria Alvarado.

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